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Me licencié en Psicología, especialidad Clínica, por la Universidad de Barcelona, en 1994. Desde entonces y hasta hoy he trabajado con personas desde diferentes ámbitos de la relación de ayuda.

 

Como psicoterapeuta empecé trabajando bajo la línea Cognitivo-Conductual, formándome en la Unidad de Terapia de la Conducta en la Facultad de Psicología de la Universidad de Barcelona, (Carmina Saldaña y Arturo Bados - 1994-1996). Fueron dos años de aprendizaje intenso en los que tuve en terapia a personas con distintas problemáticas: Trastorno obsesivo compulsivo, depresión, trastornos de la alimentación (anorexia y bulimia), trastorno de personalidad, ansiedad generalizada, agorafobia, fobia social y otras fobias simples.

 

Por esa misma época empecé a interesarme por la línea humanista. Al finalizar la carrera el Colegio de Psicólogos de Catalunya organizaba distintos cursos en colaboración con otras entidades. Allí ya tuve mi primer contacto con la Gestalt, de mano de Joan Garriga y Mireia Darder. Vi una manera de trabajar muy distinta a lo que hasta entonces había visto, y enseguida supe que así era como quería trabajar yo. Estuve cuatro años en formación en el Centro Germinal de Barcelona, con Gerónimo Sánchez Fortún, aprendiendo y empapándome de distintas terapias enmarcadas dentro de la corriente Existencial - Humanista (1996-2000). La formación pivotó sobretodo entorno a la psicoterapia Gestalt, pero también entramos a conocer otros trabajos como la Bioenergética de Lowen, el Análisis Transaccional de Berne, la Terapia Centrada en el cliente de Rogers, o el análisis Existencial de Frankl.

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Durante muchos años estuve en Barcelona en terapia con Marcelo Antoni Lobo, con quien también supervisé mi trabajo terapéutico. 

 

En 2015 terminé mi última formación, Psicoterapia Clínica Integrativa, (2010-2015 - IPETG - Alicante) en la que he podido profundizar en mi proceso personal y en la que he podido dar un paso de gigante en la adquisición y la integración de distintas terapias humanistas y otras aportaciones, en un todo que para mí representa un marco teórico-práctico de una gran solidez y profundidad.

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con el mismo equipo estuve siguiendo mi proceso de psicoterapia individual (Ángela Núñez de Arenas) y en supervisión con Juanjo Albert Gutiérrez, (director del IPETG).

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Actualmente y desde hace ya algunos años trabajo como psicoterapeuta con adultos y adolescentes en Altea. 

 

Algunos de los aspectos de la línea Humanista que a mi más me gustan son:

 

- Su visión holística y organísmica del ser humano, donde lo psíquico, lo físico y lo emocional forman una unidad indivisible. Desde ahí, la integración del cuerpo en el trabajo psicoterapéutico es una aportación valiosísima según mi propia experiencia.

 

- El vínculo entre terapeuta y paciente es fundamental. La psicoterapia es un encuentro entre dos personas, donde el protagonismo y la responsabilidad del proceso es enteramente del paciente y el terapeuta es un acompañante que apoya al otro hacia su auto-apoyo y que frustra su juego neurótico.

 

- La asunción de la vertiente espiritual del ser humano. La espiritualidad no es patrimonio de las religiones, es algo intrínseco a la persona. Todos tenemos un potencial creativo y expresivo, un impulso de vida. Las distintas maneras de enfermar son maneras de boicotearnos y de interrumpir ese flujo. Así, durante el proceso de psicoterapia, intentamos restituir esa relación nutrícia con el otro y con el mundo.

 

- La riqueza, la flexibilidad y la permeabilidad de sus propuestas. La incorporación del movimiento, la música, la expresión plástica, la meditación, la dramatización, etc., hace que las terapias humanistas esten inspirando y nutriéndose a la vez de nuevos abordajes terapéuticos y de otras disciplinas. A menudo encontramos a profesionales con una doble vertiente, terapéutica y artística por ejemplo.

 

Hay muchos más aspectos del enfoque humanista, que como los que comento, no son exclusivos en éste, sino que los ha tomado de otras corrientes como el psicoanálisis y de otras disciplinas como la filosofía existencial, pero además ha sido pionero e impulsor de muchos de los abordajes terapéuticos que existen y que siguen apareciendo hoy día.

 

Desde que empecé a trabajar bajo el prisma de éste enfoque ya no lo he dejado, y lo he tenido en cuenta tanto en mi trabajo como psicoterapeuta como en mi trabajo como educador y luego como coordinador de programa en mi trabajo con personas con discapacidad. 

 

Los gestaltistas dicen que la Gestalt no es sólo un enfoque terapéutico, sino que es un estilo de vida, por su énfasis en estar consciente y presente, en el aquí y ahora, en el compromiso con uno mismo y con el propio proceso de crecimiento. Esto puede extenderse a toda la línea humanista. Uno se embarca en un proceso de búsqueda, donde lo que importa no es la meta sino el propio camino, la experiencia. Una manera de mantenerse en ese compromiso personal y profesional es la formación constante, y el propio proceso terapéutico. 

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PRESENTACIÓN

POR QUÉ ME IDENTIFICO

CON LA LÍNEA HUMANISTA

Licenciado en Psicología 

Universitat de Barcelona UB  

                              

Psicólogo Especialista General Sanitario Conselleria de Sanitat    

    

Psicoterapia Clínica Integrativa

IPETG - Alicante

 

Psicoterapias Humanistas Integradas Centro Germinal - Barcelona

     

Terapia Cognitivo - Conductual

Unidad de Terapia de la Conducta UB - Bcn.

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