La vida está constituida por distintos procesos. Experiencias que nos nutren o que se nos indigestan, que nos hacen crecer o que nos enferman. A veces el proceso mismo de la vida se bloquea, y entonces vivimos a medias, dormidos, anestesiados. Y en ese estado corremos el riesgo de dejar marchitar dentro de nosotros nuestros deseos y nuestras potencialidades más hermosas, sin haber permitido que florezcan y que den sus frutos. La función de la psicoterapia se ha definido de muchas maneras, pero para mí se puede resumir asÍ:

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La psicoterapia es el proceso de restituir y arraigar el impulso de vida en la persona.